Pues, mundo halaguero, ¿qué remedio das a mi fatigosa vejez? ¿Cómo me mandas quedar en ti conociendo tus falsías, tus lazos, tus cadenas y redes, con que pescas nuestras flacas voluntades? (178). Del mundo me quejo porque en sí me crió; porque no me dando vida, no engendrara en él a Melibea; no nacida, no amara; no amando, cesara mi queja y desconsolada postrimería. ¡Oh mi compañera buena y mi hija despedazada! ¿Por qué no quisiste que estorbase tu muerte? ¿Por qué no hubiste lástima de tu querida y amada madre? ¿Por qué te mostraste tan cruel con tu viejo padre? ¿Por qué me dejaste penado? ¿Por qué me dejaste triste y solo in hac lachrymarum valle ? (179). Roja, Fernando de. (1982) La Celestina . Navarra: Salvat Editores, S. A. - Alianza Editorial, S. A.
Lugar de encuentros, búsquedas y hallazgos de las más diversas e intrincadas historias de la vida real, así como de la vida ficcional.