La soledad del día Una pierna menos. Un brazo menos. Una herida más. Un cáncer más. Una pútrida mirada que carcome los huesos robados del hijo moribundo. Un escuálido saludo, que solo es una blasfemia altisonante. Una invención de lo extraño. Una prueba antidopaje y una prueba antimeretricio. Y una familia asesinada. Y un sinfín de dementes acorralados por siquiatras reprimidos. Y un sinfín de dementes acuchillados en un manicomio infectado. Bryam Landa (el peruano), Perú, Callao
Lugar de encuentros, búsquedas y hallazgos de las más diversas e intrincadas historias de la vida real, así como de la vida ficcional.