Camino a Tomal
Estos días siento el peso del tiempo,
de noche sigue sonando el teléfono,
quiero marcharme
al lugar a donde van los soñadores.
Por ejemplo, a Tomal, fin de sueño
y caminos, que está en Jenam.
Un día invernal antes que florezcan
las camelias,
subo al mirador donde no hay ni un alma,
un archipiélago fuera del tiempo,
las insignificantes y solitarias
gaviotas,
qué bien armonizan.
Ralas mirísticas y el viento
cariñoso,
se dan besos continuos
emitiendo sonidos y sonidos.
(p. 66)
Tong Gyu Wang. (1998). Posada de nubes y otros poemas. Lima,
Perú: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
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