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Mostrando las entradas de noviembre, 2017

"Muertos" - José B. Adolph

Muertos En la noche del 6 de julio, Diego y Maritza, luego de un incómodo encuentro erótico en el parque del Olivar, tropezaron, al pasar junto a unos arbustos, con un cadáver. Inicialmente pensaron que se trataba de otra pareja; la iluminación era escasa. Al notar Diego (“vamos, no te metas”, dijo Maritza) que solo era un cuerpo, dedujeron: un borracho dormido. Pero Diego, curioso, miró con mayor atención: le incomodó la inmovilidad de ese cuerpo masculino, totalmente (mal) vestido. Lo tocó. (“Oye, ¿qué haces?”, preguntó Maritza). “Vámonos”, dijo Diego, incorporándose rápidamente. “¿Está muerto?”, preguntó una alarmada Maritza. “Sí.” Diego y Maritza caminaron velozmente hacia la avenida Arequipa. No comentaron el hecho hasta que Diego la dejó a la puerta de su casa en Miraflores. “¿Saldrá en el periódico?”, preguntó Maritza. No salió. Doña Juana de la Encarnación Raygada salía de una breve oración el iglesia de San José, en Jesús María, a las siete y media d

Final del capítulo cuarto de Mañana, las ratas (1984), de José B. Adolph

«Una línea de fuego iluminaba ahora el horizonte. Tony creía sentir el crepitar de casas y cuerpos, el gemir, el gritar de una humanidad sucia y pervertida que ardía en el fuego purificador del Directorio. ¿Dónde estarían los demás directores? En sus casas del sur, algunos repartidos por el país, los demás. ¿Cenando, jugando al ajedrez electrónico, acariciando a sus hijos y a sus perros? Deberían estar aquí, pensó Tony, con nosotros, viendo su teoría convertida en praxis. Las manos sucias, y los codos, y el cuello. Ah, sí, deberían estar aquí, o todos deberíamos estar corriendo con las ratas, buscando alguna covacha de piedra, algún sótano providencial que nos protegiera de la lluvia de fuego de los dioses transnacionales. ¿Estamos pecando contra el plan divino?, se preguntó, retóricamente, Tony, mientras sus manos, prendidas del borde de la ventana, se agarrotaban. Era un bello espectáculo: un lejano mar de llamas, como una casa de muñecas, o una inmensa, infinita hilera de casas d

"Huggin & Kissin" - Big Black Delta

Un fragmento de Terry Eagleton

"[...] la literatura se convierte en la verdad, la esencia o conciencia de la propia identidad de todos los demás discursos precisamente porque, al contrario que estos, ella sabe que no sabe de qué habla. En efecto, cuanto mayor es su desconcierto, más suprema y central se hace; [...]." La función de la crítica (P. 1984, T. 1999) Terry Eagleton

"Los gatos de Ulthar" (1920) - H. P. Lovecraft

“Los gatos de Ulthar” Se dice que en Ulthar, que se encuentra más allá del río Skai, ningún hombre puede matar a un gato; y ciertamente lo puedo creer mientras contemplo a aquel que descansa ronroneando frente al fuego. Porque el gato es críptico, y cercano a aquellas cosas extrañas que el hombre no puede ver. Es el alma del antiguo Egipto, y el portador de historias de ciudades olvidadas en Meroe y Ophir. Es pariente de los señores de la selva, y heredero de los secretos de la remota y siniestra África. La Esfinge es su prima, y él habla su idioma; pero es más antiguo que la Esfinge y recuerda aquello que ella ha olvidado. En Ulthar, antes de que los ciudadanos prohibieran la matanza de los gatos, vivía un viejo campesino y su esposa, quienes se deleitaban en atrapar y asesinar a los gatos de los vecinos. Por qué lo hacían, no lo sé; excepto que muchos odian la voz del gato en la noche, y les parece mal que los gatos corran furtivamente por patios y jardines al atardecer. P

Un enigma en Los detectives salvajes (1998), de Roberto Bolaño

« Un poeta se pierde en una ciudad al borde del colapso, el poeta no tiene dinero, ni amigos, ni nadie a quien acudir. Además, naturalmente, no tiene intención ni ganas de acudir a nadie. Durante varios días vaga por la ciudad o por el país, sin comer o comiendo desperdicios. Ya ni siquiera escribe o escribe con la mente, es decir delira. Todo hace indicar que su muerte es inminente. Su desaparición, radical, la prefigura. Y sin embargo el susodicho no muere. ¿Cómo se salva? » (341, Los detectives salvajes ).