Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2017

"El encuentro" - Cuento de la dinastía Tang

EL ENCUENTRO Ch’ienniang era la hija del señor Chang Yi, funcionario de Hunan. Tenía un primo llamado Wang Chu, que era un joven inteligente y bien parecido. Se habían criado juntos, y como el señor Chang Yi quería mucho al joven, dijo que lo aceptaría como yerno. Ambos oyeron la promesa y como ella era hija única y siempre estaban juntos, el amor creció día a día. Ya no eran niños y llegaron a tener relaciones íntimas. Desgraciadamente, el padre era el único en no advertirlo. Un día un joven funcionario le pidió la mano de su hija. El padre, descuidando u olvidando su antigua promesa, consintió. Ch’ienniang, desgarrada por el amor y por la piedad filial, estuvo a punto de morir de pena, y el joven estaba tan despechado que resolvió irse del país para no ver a su novia casada con otro. Inventó un pretexto y comunicó a su tío que tenía que irse a la capital. Como el tío no logró disuadirlo, le dio dinero y regalos y le ofreció una fiesta de despedida. Wang Chu, desesperado, no cesó

"La sentencia" - Wu Ch'eng-en

LA SENTENCIA Aquella noche, en la hora de la rata, el emperador soñó que había salido de su palacio y que en la oscuridad caminaba por el jardín, bajo los árboles en flor. Algo se arrodilló a sus pies y le pidió amparo. El emperador accedió; el suplicante dijo que era un dragón y que los astros le habían revelado que al día siguiente, antes de la caída de la noche, Wei Cheng, ministro del emperador, le cortaría la cabeza. En el sueño, el emperador juró protegerlo. Al despertarse, el emperador preguntó por Wei Cheng. Le dijeron que no estaba en el palacio; el emperador lo mandó buscar y lo tuvo atareado el día entero, para que no matara al dragón, y hacia el atardecer le propuso que jugaran al ajedrez. La partida era larga, el ministro estaba cansado y se quedó dormido. Un estruendo conmovió la tierra. Poco después irrumpieron dos capitanes, que traían una inmensa cabeza de dragón empapada en sangre. La arrojaron a los pies del emperador y gritaron: —¡Cayó del cielo! Wei Ch

Ancient Hogwarts

"Meeting place" - The Last Shadow Puppets

The colder the night gets The further she strains And he doesn't like it Being this way And she tried so hard To steer away From the meeting place But her heart had left her there She clings to his consciousness Wherever he layed He struggles to sleep at night And during the day He's worried she's waiting in his dreams To drag him back to the meeting place His love had left in there Where the voices still echoes I'm sorry I met you darling I'm sorry I met you As she turned into the night All he had was the words "I'm sorry I met you darling I'm sorry I left you" Four weeks they had trolled around Playing the fools They knew the time would come And time would be cruel Because it is cruel to everyone He is crying out from the meeting place He stranded himself there Where the voice still echoes I'm sorry I met you darling I'm sorry I met you As she turned into the night All he had was the words "I'm sorry I met you darling

"La muñeca menor" - Rosario Ferré

La tía vieja había sacado desde muy temprano el sillón al balcón que daba al cañaveral como hacía siempre que se despertaba con ganas de hacer una muñeca. De joven se bañaba menudo en el río, pero un día en que la lluvia había recrecido la corriente en cola de dragón había sentido en el tuétano de los huesos una mullida sensación de nieve. La cabeza metida en el reverbero negro de las rocas, había creído escuchar, revolcados con el sonido del agua, los estallidos del salitre sobre la playa y pensó que sus cabellos habían llegado por fin a desembocar en el mar. En ese preciso momento sintió una mordida terrible en la pantorrilla. La sacaron del agua gritando y se la llevaron a la casa en parihuelas retorciéndose de dolor. El médico que la examinó aseguró que no era nada, probablemente había sido mordida por una chágara viciosa. Sin embargo pasaron los días y la llaga no cerraba. Al cabo de un mes el médico había llegado a la conclusión de que la chágara se había introducido dentro de

Fragmentos finales de "Tren nocturno" de Abdón Ubidia

Por fin los padres se callaron. Y la noche empezó a sonar con un zumbido enorme. Y el ruido de los autos y de los caminantes volviose cada vez más espaciado. Y fue la hora del insomnio. De la perfecta lucidez del insomnio. La hora de los abismos y de la angustia. Y entonces se vio como si fuera otra persona. Y sufrió y compadeció a esa otra persona que era ella misma. Vio su situación nítidamente: el túnel taponado, el callejón sin salida, esa vida consagrada a enterrar a ese par de viejos, seres de otro tiempo, como ella, a los cuales ya solo los unía el recuerdo del amor. Después de ellos vendría lo negro, la noche cierta, no habría tiempo para más. Entonces tuvo la imperiosa necesidad de rezar aquella oración pagana que era solamente suya, y no al Cristo de los cielos sin misericordia. Cerró los ojos en la oscuridad y se acogió con unción a ese clamor interior, a ese recogimiento, a esa interiorización profunda que la volcó sobre sí misma, que la volcó hacia adentro dejándola

Nunca me abandones - Kazuo Ishiguro

"El cuadro de Marilyn" - Santiago Merino [Fragmento]

Siete y diez de la noche. ¿Raquel volverá antes de las ocho? Difícil, le está yendo regio en el consultorio dental. ¿Regio?, eso le había dicho. Toma del bar una botella de vino con una copa, se encamina al estudio. Regio, como los dioses, sobre rieles. Bah. Cuando se casaron hicieron los planes que hacen todas las parejas enamoradas. Amarse, trabajar al tope, amarse, comprar una casa confortable, amarse, tener hijos, una parejita nada más. Al comienzo sufrieron, pero luego él se afianzó en su oficina de abogado civil y Raquel como odontóloga. La casa de dos plantas, con cochera y en una zona respirable, fue lo soñado, pero postergaron la llegada de los hijos, no vale que nos apresuremos, cariño, total, no cumplimos los treinta. Descorcha la botella y se sirve. El aroma picante, afrutado vuelve a dilatar sus fosas nasales. Bebe. Diablos, duele lo del viejo. Ve su casa ideal, el caro en la cochera, la cuenta bancaria mancomunada con Raquel, ja, todo sobre ruedas. El lienzo. En una